Un ataque cardíaco ocurre cuando el flujo sanguíneo de una arteria del corazón se ve bloqueado por un coágulo o una placa y el músculo cardíaco comienza a morir. Las mujeres son más propensas que los hombres a fallecer de un ataque cardíaco. No obstante, si recibes ayuda rápido, el tratamiento puede salvarte la vida y evitar un daño permanente en tu corazón.
El taoísmo literalmente “enseñanza del camino” es una tradición filosófica de origen chino la cual enfatiza vivir en armonía con el tao. La base del pensamiento cosmológico y filosófico de Lao-Tse es el tao, un concepto abstracto generalmente poco entendible y hasta malinterpretado por los occidentales y los orientales que desconocen los conceptos del pensamiento taoísta. La malinterpretación superficial y religiosa hace creer que el tao es un dios o algún otro tipo de entidad espiritual o suprema, pero en realidad Lao-Tse describe al tao como el origen de todo, la fuente primordial de todo lo existente, tanto lo físico como lo abstracto, por lo que define al tao como un concepto superprofundo de unidad primordial que escapa a la idea fijista y mítica de un dios, un ser, o cualquier otra personificación; contrariamente, Lao-Tse describe al tao como abstracto, amorfo, intangible, inaudible e inasible, por lo que las posteriores formas de la naturaleza han surgido del tao, y así también lo que carece de forma, por lo que el tao no se describe como una de estas dos cosas, sino como la primordialidad neutra de la cual todo lo demás surge, siendo así el origen cosmológico y esencia de todo lo existente; y el concepto básico de la filosofía taoísta, pero no una sustancia vaporosa o un ser sobrenatural.
Bastet, la gata traviesa y juguetona, era la protectora del hogar y la defensora de los niños. Simbolizaba la alegría de vivir y la fuerza benéfica de los rayos del Sol.
Sejmet, “la leona de mirada feroz”, considerada diosa de la guerra, la venganza y las epidemias, enviada por Ra como castigo a los humanos por todos sus pecados.
La sensualidad femenina en todas sus manifestaciones era Hathor, “casa de Horus”, diosa del amor, del erotismo, de la belleza juvenil, de la alegría y la embriaguez, patrona de los músicos, cantantes y bailarines.
Tawaret, “la misteriosa del horizonte”, la hembra de hipopótamo eternamente embarazada, protectora de madres nuevas y de sus hijos recién nacidos.
Wadyet, diosa protectora del faraón y Ammit, “devoradora de los corazones”
Mut, La madre, diosa madre, origen de todo lo creado, diosa del cielo, diosa de Tebas y esposa de Amón en la mitología egipcia. Su equivalente en la mitología griega era Hera. Como diosa madre, era una mujer con la corona doble, un tocado de buitre, cetro de papiro y anj. Como diosa del cielo, un buitre con el nudo mágico en sus garras. Una característica del panteón egipcio era la costumbre de agrupar a sus dioses en tríadas: normalmente una pareja con un hijo.En la región de Tebas, la tríada se componía de Amón, su consorte Mut y su hijo Jonsu. Tanto la dinastía XVIII como la dinastía XXV del Imperio Nuevo, favorecieron a esta tríada.
Maat o Ma’at, símbolo de la verdad, la justicia y la armonía cósmica; también era representada como diosa, la hija de Ra en la mitología egipcia. Es fundamentalmente un concepto abstracto de justicia universal, de equilibrio y armonía cósmicos que imperan en el mundo desde su origen y es necesario conservar. Resume la cosmovisión egipcia, similar a la noción de armonía y areté, propia del mundo helénico, o a la idea de virtud, del mundo judeocristiano.
Isis y Neftis protegían el orden universal que, según creían los egipcios se mantenía gracias a la atracción mutua entre estas dos Diosas Hermanas. Tan distintas y tan parecidas a la vez.
La inteligencia emocional es útil en tiempos de bonanza e imprescindible en tiempos de crisis. Olvidamos que las organizaciones están conducidas por personas.
Nuestra habilidad para reconocer las emociones en otras personas, está íntimamente relacionado con nuestros niveles de compasión y empatía. Y esta es la materia prima esencial de un buen liderazgo.
Nut es la diosa del Cielo, una divinidad femenina que asumió todas las funciones de la gran madre celestial y, en todas las versiones del mito sobre su unión con el dios Geb, desempeña un papel dominante.